El tornado, de más de tres kilómetros de diámetro, duró unos 40 minutos y recorrió 32 kilómetros entre las poblaciones de Newcastle y Moore. Cientos de familias han perdido sus hogares.
Amy Elliot, portavoz de la oficina del forense de la localidad, confirmó la muerte de 91 personas, incluidos 20 niños, y no se descarta que la cifra pueda aumentar más, según el diario.
Fuentes hospitalarias han cifrado en 145 el número de heridos, de los cuales 70 son menores, por los efectos del potente tornado, que ha arrancado casas y levantado automóviles, además de destrozar al menos dos colegios.