Casi en cada esquina del Líbano hay una grúa. Las cicatrices de la guerra se borran con nuevas construcciones sobre todo en las grandes ciudades. La mayoría de estos edificios son, sin embargo, colosos de concreto sin aislamiento térmico: futuros derrochadores de energía. Pero también hay excepciones, como lo demuestra la venta con éxito de casas de madera.