Franz Stangassinger, de la ciudad de Berchtegsgaden en los Alpes bávaros, diseña pantalones de cuero. Su negocio familiar cuenta con una larga tradición de nada menos que 120 años. Sus clientes piden piezas a medida. El trabajo de este artesano tiene un precio alto: un pantalón de cuero puede llegar a costar hasta 2.500 euros.