La reunión entre el Gobierno y los representantes de los clubes no ha cambiado la postura del ejecutivo, que a partir de 2014 someterá a un gravamen del 75% a quienes ganen más de un millón de euros al año, independientemente de su profesión.
Los equipos esperaban al menos un guiño, como sería exonerar a los contratos firmados antes de que empiece a aplicarse el año próximo.
“Aún tenemos un mes para hablar del tema y buscar un acuerdo, no sólo para el fútbol, sino para todas las empresas, que permita al fútbol asimilar este impuesto. Nuestra intención nunca ha sido negarnos a pagarlo”, decía Jean-Pierre Louvel, presidente de la Unión de Clubes de Fútbol Profesionales.
“Les escuchamos pero tenemos que mantenernos firmes porque este impuesto ya se ha votado y debe aplicarse al igual que al resto de empresas francesas”, replicaba por su parte Bernard Cazeneuve, Ministro de Presupuesto.
Se estima que la medida afectará a 14 clubes y les costará 44 millones de euros. Los más afectados serán Paris Saint Germain y Mónaco, que ofrecen los salarios más altos.
Como respuesta a este impuesto especial, que sólo estará en vigor hasta 2015, los equipos han convocado una huelga para la jornada del último fin de semana de noviembre.