La provincia de Leyte ha sido una de las zonas más afectadas por el paso del tifón el pasado viernes. Allí, miles de personas siguen esperando agua y comida.
Mientras la ONU asegura que podría haber ya más de diez mil víctimas mortales, el Gobierno ha cifrado en más de nueve millones de personas el número total de afectados.
“He declarado el estado de calamidad para poder acelerar las operaciones de rescate, asistencia y recuperación en las provincias afectadas por el tifón”, afirmó este lunes el presidente Benigno Aquino.
Más de 600.000 personas han tenido que abandonar sus casas y la mayoría se encuentra ya en los centros de acogida. Pero todavía existen muchas zonas a las que los equipos de rescate no han tenido acceso.
“Se me fue de las manos, lamenta una joven que perdió a su hija durante el paso del tifón. Creo que ella sacrificó su vida cuando se soltó porque sabía que si se mantenía agarrada a mí podíamos ahogarnos las dos”.
Estados Unidos, la Unión Europea y la OMS así como muchos otros países y organizaciones internacionales, intentan hacer llegar cuanto antes ayuda a los damnificados.
Un avión de las Fuerzas Armadas estadounidenses ha podido aterrizar ya en Taclobán, en la isla de Leyte, con grandes cantidades de agua, mantas, paquetes de comida y generadores
eléctricos provisionales.