La política del hijo único en China, como hoy la conocemos, podría tener los días contados. El Partido Comunista chino ha anunciado en un comunicado su intención de relajar esta política, iniciada a finales de los 70 para evitar la superpoblación en el país, permitiendo a las parejas tener dos hijos, si uno de los cónyuges no tiene hermanos.
En el mismo comunicado, Pekín afirma que va a abolir los campos de “reeducación mediante el trabajo” y a reducir el número de crímenes castigados con la pena de muerte. Asimismo, dice que trabajará para prohibir la obtención de confesiones mediante la tortura y el abuso físico, con la intención de “mejorar la protección de los derechos humanos”. Estas medidas son algunas de las adoptadas en el plenario del Partido Comunista Chino celebrado entre el 9 y el 12 de noviembre pasados.
La comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos han criticado durante décadas al Gobierno chino por la imposión de trabajos forzados, por el uso exte