Hallada una nueva víctima bajo los escombros del centro comercial de Riga, lo que eleva a 52 el número de muertos. Se cree que al menos cuatro personas permanecen desaparecidas.
Las tareas de rescate han tenido que ser interrumpidas por miedo a nuevos derrumbes.
“Hemos llegado a la fase más difícil de la operación de rescate. Ahora tenemos que limpiar esa parte del edificio que todavía está cubierta por el techo, pero toda la construcción es muy frágil”, ha explicado Intars Zitans, subdirector del Servicio de Rescate y Bomberos.
Bomberos y socorristas tienen pocas esperanzas de encontrar supervivientes, tras dos noches con temperaturas rondando los cero grados.
Los 22 heridos continúan recuperándose en diferentes hospitales.
Mientras, familiares, amigos y ciudadanos anónimos continúan su peregrinaje al lugar de la tragedia.
Hoy es el primero de los tres días de luto nacional decretados por el Gobierno letón.