De hecho esa zona de identificación que ya se encuentra operativa incluye las islas Diaoyu para China y Senkaku para Japón cuya soberanía se disputan los dos países desde los años 70.
Tras conocer la noticia, las autoridades niponas enviaron una protesta a la embajada china en Tokio.
“Se trata de una medida necesaria adoptada por China en el ejercicio de su derecho a la defensa propia. No va dirigida contra ningún país y no afecta a los vuelos que se realicen en ese espacio aéreo”, explicó poco después un portavoz del ministerio de Defensa chino.
El anuncio de Pekín, afirman algunas fuentes, sería la respuesta a la compra por parte de Tokio en septiembre de 2012 de tres de las disputadas islas a un inversor nipón.
Según el anuncio realizado por Pekín, las aeronaves que entren en la zona de identificación deberán cumplir, a partir de ahora, una serie de normas, como informar de su plan de vuelo, bajo pena de intervención militar si no son respetadas.