Los manifestantes que han salido a la calle contra los presupuestos del Gobierno portugués han terminado ocupando cuatro ministerios y han pedido reunirse con los ministros, aunque sin conseguirlo.
Los nuevos recortes previstos en los presupuestos de 2014 dejan a muchas personas en situación de desesperación.
“Estoy cerca de la jubilación y creo que no voy cobrar suficiente pensión para sobrevivir tras 40 años de trabajo, es realmente vivir al límite del límite”, decía una sindicalista de las que han ocupado una sede ministerial.
Decenas de personas han marchado también hacia el Parlamento, donde el Gobierno aprobó el martes las cuentas con las que prevé ahorrar 3.900 millones de euros.
“Llevan a la gente a la desesperación, al suicidio y al hambre, esto no puede continuar así, esto no es lo que el pueblo quiere”, aseguraba una manifestante frente a la cámara.
El Tribunal Constitucional delibera, a instancias del presidente de la república, sobre la legalidad de algunas medidas de austeridad y el ejecutivo teme que su posible anulación amenace la salida de Portugal del programa de rescate, prevista para junio de 2014.