Las espadas están en alto en el ayuntamiento de Kiev, donde la temida policía antidisturbios ucraniana está preparada para desalojarlo por la fuerza en cualquier momento. Los agentes se han desplegado a escasos metros del edificio, que lleva varios días ocupado por cientos de manifestantes proeuropeos. Muchos de ellos dicen estar dispuestos a pelear:
– “Tenemos el espíritu combativo cosaco y eso es esencial. Somos ucranianos. Nuestros ancestros ganaron, derrotaron a Ejércitos más poderosos que a quienes nos enfrentamos ahora. No tenemos miedo de nadie”.
Respaldada por la justicia, la policía dio la semana pasada cuatro días de plazo a los manifestantes para desalojar el consistorio. La toma de posiciones de los antidisturbios tiene lugar un día después de que cientos de miles de personas pidieran en las calles de Kiev la dimisión del presidente, al que no perdonan que renunciara a última hora a firmar un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea a finales de noviembre.