La muerte de civiles en un ataque con drones estadounidenses y la alerta antiterrorista marcan la actualidad en Yemen. En la provincia central de al-Bayda, una caravana de coches con invitados de una boda, entre ellos varios jefes tribales, fue confundida ayer faltamente con un convoy de al Qaeda. Hubo al menos diecisiete muertos. En Saná, la capital, se vive una auténtica psicosis de seguridad y están cerradas varias embajadas y oficinas de la ONU.

Las autoridades locales temen una oleada de atentados con coches bomba, ataque como el que el pasado cinco de diciembre dejó al menos cincuenta y seis muertos en el complejo del Ministerio yemení de Defensa. En las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del hospital se ve como primero estalla un coche bomba y luego los terroristas disparan contra todo lo que se mueve. En una de las tomas, un atacante se acerca a un grupo de médicos, enfermeras y pacientes y les arroja una granada.