Miles de trabajadores indocumentados de Marruecos que desean ingresar a Europa eligen Melilla para cruzar el Mediterráneo. Esta posesión española en suelo africano se convierte en tumba o literalmente en campo de violaciones sin pausa a los derechos humanos de migrantes, quienes, si no obstante salvan ese escollo, todavía tienen que afrontar procesos de extranjería en el Estado español. teleSUR