Dieciseis personas cercanas al primer ministro turco Tayyip Erdogan han sido imputadas este sábado por su implicación en una de las mayores tramas de corrupción que se recuerdan en el país, que la fiscalía turca estima en 87.000 millones de euros.
Entre los detenidos se encuentran el director del banco estatal turco y un prominente empresario, pero el mayor dolor de cabeza para Erdogan es la acusación contra los hijos de sus ministros de Economía y del Interior.
El hijo de un tercer ministro y magnate de la construcción fue liberado, pero su juicio sigue pendiente.
Sobre ellos pesan delitos de fraude, corrupción y blanqueo de dinero, en el marco de una investigación sobre venta de oro y transanciones financieras con el embargado Irán
A cuatro meses de las elecciones municipales, la operación supone un durísimo golpe para el gobierno de Erdogan, que ve en ello un complot contra su partido y ha iniciado una purga en la policía por su colaboració en el caso
Aunque no ha dado nombres, hay quien ven detrás la mano del poderoso clérigo Fetülah Gullen, muy influyente en Turquía y ahora enemistado con el primer ministro.