En esta ocasión no son seguidores islamistas del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi.
Son tres activistas laicos, acusados de organizar una protesta ilegal,
agredir a las fuerzas de seguridad y causar disturbios frente al tribunal cairota de Abdin.
Su objetivo era derribar la nueva y restrictiva ley que regula el derecho a manifestarse en Egipto.
Han sido condenados a 3 años de cárcel
“Las autoridades están intentando decirnos que no hay ni libertad ni humanidad, y que olvidemos los principios de la revolución de hace dos años. Pero no lo haremos, comenta la activista y bloguera, Asmaa Mahfouz.
Los acusados son algunas de las caras más reconocibles de la
oposición al régimen de Hosni Mubarak y contra la nueva ley antiprotestas ratificada en noviembre por el presidente, Adli Mansur.
La nueva lez prohíbe entre otras cosas, las reuniones “con fines políticos” que se dirijan a lugares de culto y que exige que se notifique a la Policía con una antelación de tres a
quince días cualquier convocatoria.