La compañía francesa AREVA asegura que no ha habido fuga radiactiva en el accidente ayer de un convoy que descarrilló a la altura de la localidad de Drancy, a escasos 10 kilómetros de París, con un contenedor de desechos nucleares. El vagón no llegó a volcar. Cientos de contenedores como este transitan por esa estación cada año, una de las que tiene más tráfico.