Al menos tres muertos ha dejado la carga de la Policía Militar contra los trabajadores en huelga del sector textil en Camboya. Los agentes dispararon ráfagas de AK-47 contra los manifestantes, atrincherados detrás de barricadas en uno de los suburbios de la capital, Phnom Penh.
Esta ha sido la segunda jornada violenta, tras la intervención la víspera de fuerzas especiales del Ejército, que reprimieron con gran violencia otra protesta. Hubo decenas de heridos y numerosos detenidos, incluidos líderes sindicales y monjes budistas.
Los trabajadores del sector textil protestan desde hace una semana para exigir una subida del salario mínimo hasta los 160 dólares al mes. La industria textil emplea a unas 500.000 personas en Camboya y representa el 95 por ciento de las exportaciones del país.