Israel supera con éxito la segunda prueba de su sistema antimisiles Arrow 3.

Se trata de un interceptor de misiles balísticos puesto a punto y financiado parcialmente por Estados Unidos, con la participación de Boeing.

Israel teme ser atacado por Irán, a quien acusa de querer dotarse del arma atómica.

“Quiero darles las gracias a los senadores por su apoyo y por el apoyo del Gobierno de Estados Unidos al programa Arrow. El lanzamiento de hoy ha sido un éxito. Es un gran avance en la capacidad de Israel para protegerse contra los misiles balísticos. Necesitamos mucha protección en este área porque hay regímenes malos liderados por Irán”, ha declarado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La principal ventaja del sistema de defensa Arrow 3 es que el proyectil puede cambiar de dirección en pleno vuelo mientras está tratando de detectar al objetivo, un misil de largo alcance, que debe derribar fuera de la atmósfera.

Con él Israel amplía su defensa aérea, que incluye el exitoso Iron Dome, utilizado para interceptar misiles de corto alcance lanzados por las milicias palestinas desde la franja de Gaza.