Miles de aficionados del Benfica, el que fuera su club, han acudido al lisboeta Estadio de la Luz, para homenajear a su ídolo. Allí, está instalada la capilla ardiente de Eusébio, fallecido el domingo a los 71 años.
“Era espectacular jugando a fútbol. Incluso comparándolo con Ronaldo o Mesi, él era el mejor. Era un grandísimo jugador, inmortal. Para mí, no ha muerto”, dice un seguidor del Benfica.
En Portugal, donde se han decretado tres días de luto, se han organizado numerosos actos fúnebres y homenajes. Las banderas ondena a media asta.
“Considero que es una gran pérdida porque era un símbolo de Portugal. No hay ninguno como él. No hay ninguno como Eusebio en el fútbol”, opina una mujer.
Apodado la “Pantera Negra”, Eusébio defendió durante toda su carrera los colores del Benfica, club al que siguió representando tras su retirada como embajador del club.
Nació en 1942 en Maputo, capital de la antigua colonia lusa de Mozambique. Conquistó el Balón de Oro, una Copa de Europa con el Benfica, además de 11 Ligas y 5 Copas de Portugal.