Los ciudadanos del país árabe están acudiendo a las urnas en el primer día de referéndum para aprobar el nuevo texto legislativo.
Una votación que debido al golpe de Estado que sacó del poder a Mohamed Mursi supone una especie de plebiscito para el Gobierno interino militar.
El clima de tensión es máximo. Los islamistas han llamado al boicot y algunos altercados han dejado al menos ocho muertos.
El Gobierno espera que el “Sí” gane con holgura y ha dicho que la aprobación de la Constitución es un paso imprescindible para la estabilidad del país.
Los Hermanos Musulmanes y sus socios islamistas denuncian que la nueva Carta Magna no ha estado consensuada y otorga demasiado poder al Ejército. También aseguran que la campaña por el “No” ha estado totalmente censurada por el Gobierno.
“El desafío sigue siendo ver si esta Constitución consigue aunar y respetar los derechos de todos los egipcios o si de lo contrario se convertirá en papel mojado”, explica desde El Cairo nuestro corresponsal en el país.