Sin grandes resultados pero con la promesa de que volver a reunirse. Así se espera que termine la ronda de negociaciones entre régimen y oposición sirios este viernes, último día del encuentro en Ginebra.
De hecho, se han cruzado acusaciones.
“Hablamos de la necesidad de acabar con el terrorismo, y la oposición ha rechazado fimar un documento que rechace el terrorismo en nuestro país. Es indignante. Demuestra que la oposición apoya al terrorismo y no tiene escrúpulos”, aseguraba Bouthaina Shaaba, asesora del presidente sirio Bachar al Asad.
Para la oposición no tiene sentido negociar el fin de la lucha armanda sin abordar la salida del poder del presidente.
“El régimen quiere centrarse en seis puntos del comunicado de Ginebra y dejar la formación de un nuevo gobierno para el final. Eso no tiene sentido, es como poner el carro delante de los bueyes”, defendía Louay Safi, portavoz de la Coalición Nacional Siria.
Tampoco ha habido acercamientos destacables en el tema de la ayuda humanitaria, pese a que en lugares como el campo de refugiados de Yarmuk, a las afueras de Damasco, sí ha empezado a llegar.
El viceministro de exteriores sirio ha avanzado que a partir del 10 de febrero se iniciará una segunda ronda de negociaciones, que durará una semana.