Tailandia ultima los preparativos de las elecciones de este domingo, unos comicios anticipados marcados por la tensión en las calles y por el boicot de la oposición. La recta final de la campaña electoral ha estado salpicada de violentas refriegas entre activistas del movimiento antigubernamental, que tratan de bloquear los colegios electorales en Bangkok y otras localidades, y partidarios del Gobierno. Este sábado, un camión utilizado por los detractores del ejecutivo ha sido tiroteado por varios desconocidos que se dieron a la fuga. Más de doscientos mil policías velarán por la seguridad de la consulta en todo el territorio.
Desde hace tres meses, miles de personas se manifiestan casi a diario en Bangkok para exigir la dimisión del Gobierno tailandés. La primera ministra, Yingluck Shinawatra, quiere zanjar la crisis en las urnas, pero los manifestantes, que están liderados por un monje budista, quieren que se reforme primero el sistema político, que consideran que está al servicio de Thaksin Shinawatra. El ex primer ministro y hermano de la actual jefe del Gobieno está en el exilio y sobre el pesa una condena en rebeldía por abuso de poder.