Diez cuerpos sin vida alineados en la acera que corresponden a manifestantes de Euromaidán. Se encuentran cerca del hotel Kozacky bajo el silencio respetuoso de la multitud. Es una de las escenas que han podido contemplar nuestras cámaras.

“La policía tiene todo tipo de armas y nosotros… solamente escudos. No nos protegen realmente. Las balas pueden atravesar dos como estos. Los compañeros caen ante nuestros ojos. No nos dejan recoger a los muertos y los heridos”, dice indignado un manifestante.

Una mujer, entre lágrimas, dice que no tiene nada que decir. “Esperemos poder ganar y que Yanukóvich entienda la situación”.

Cerca de Maidán está la iglesia de San Miguel donde ha trasladado a decenas de manifestantes heridos. Hay hasta mesas donde se les interviene quirúrgicamente. Los más graves son enviados a los hospitales.

“Esta iglesia es ahora un quirófano. Han pedido a los periodistas que no entremos para no molestar a los médicos. Nos han explicado que hay ocho mesas de operaciones, no suficientes para todos los heridos. Aunque los pacientes no se quedan mucho tiempo. Tratan de enviarlos a hospitales lo antes posible”, explica María Korenyuk, nuestra corresponsal.