La inflación se mantiene en el 0,8 por ciento en la eurozona, aunque en España vuelve a bajar a una tasa negativa según los cálculos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En febrero, los precios al consumo entre los países de la moneda única en datos de Eurostat siguieron en estas escasas ocho décimas a ritmo anual, mientras que en España se situaron en el cero por ciento. E incluso descendieron tres décimas para colocarse en el -0,1 por ciento si se tienen en cuenta los cálculos del INE.
En el caso español, la disminución del precio de los carburantes y lubrificantes respecto a un año antes tuvo especial relevancia porque fue el motivo principal para que la inflación vuelva a ser negativa tras tres meses en situación positiva.