El caso es como para que lo estudie Chomsky; en Venezuela, el vandalismo huyó al Twitter, y -para desesperación de sus patrocinadores- amenaza con transformarse en diálogo. Por algo se empieza: el hashtag #LaPazLosTieneLocos da cuenta de su intentona fallida de derrocar al presidente Nicolás Maduro. Si esto es así obedece a que los destellos de imaginación de los genuinos tuiteros (esos que no son "trolls" o golpeadores cibernéticos a sueldo) no tiene límites. teleSUR