Obama y Putin han pasado una hora al teléfono en la noche del jueves al viernes con un tema sobre la línea: la crisis en Ucrania.

El presidente ruso ha insistido a su homólogo estadounidense en que el Gobierno de Kiev es “ilegítimo” y le ha instado a no sacrificar las relaciones bilaterales, muy valiosas según Putin, por graves que sean los desacuerdos.

Obama le ha asegurado su intención de ir por la vía diplomática y le ha comunicado las sanciones que Washington tomará contra su país, un mensaje que ha recalcado en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

“Cualquier discusión sobre el futuro de Ucrania debe incluir al Gobierno legítimo de Ucrania. En 2014 quedan lejos los días en los que las fronteras podían redibujarse sobre las cabezas de los líderes democráticos”, ha dicho Obama.

La situación de Crimea ha dado una vuelta de tuerca después de que el Parlamento de la república autónoma ucraniana votara a favor de incorporarse a la Federación Rusa y convocara un referéndum al respecto para el próximo día 16 de marzo.
Consulta que, según la Casa Blanca, violaría el derecho internacional.