En Pekín, los familiares y allegados de los pasajeros del vuelo de Malaysia Airlines sufren una larga y angustiosa espera. 153 ciudadanos chinos viajaban en ese avión.
Los familiares de pasajeros chinos se quejan de la opacidad con la que la aerolínea ha tratado la desaparición de la aeronave.

Wang Aihua, madre de Cheng Xudong que viajó a Malasia por motivos profesionales:

“No voy a conseguir un pasaporte, ni voy a ir a Malasia; ¿para qué? ¿Para contemplar el mar? No estoy satisfecha con Malaysia Airlines. Esto ha sido un desaire. Mi hijo tenía 30 años de edad, fue a Malasia por un viaje de negocios. Las líneas aéreas de Malasia nos están ocultando información.”

La compañía ofreció al principio pasajes para Kuala Lumpur, la capital malasia, aunque de momento se ha reservado esta opción a la espera de saber qué ha ocurrido con el avión.

Unas 50 personas tratan de expedir urgentemente sus pasaportes para viajar a Malasia, con la esperanza de obtener más información sobre el avión.

En Kuala Lumpur la angustia es latente. Entre los pasajeros de aciago vuelo, treinta y ocho son malasios.

Queda el recogimiento y la oración, pues podría tratarse de una de las más graves catástrofes aéreas en la región.