Los jefes de las diplomacias estadounidense y rusa, John Kerry y Sergéi Lavrov, han mantenido una charla telefónica en la que ambos han defendido sus posturas sobre la situación en Ucrania.
Kerry ha insistido en que Moscú debe respetar la integridad territorial ucraniana e interrumpir sus acciones en Crimera.
“Ya ha habido y habrá más costes para las acciones de Rusia. Tenemos herramientas flexibles que nos permiten calibrar que tipo de coste aplicaremos en función de la decisión que tome Rusia”, advertía poco después el secretario de prensa de la Casa Blanca Jay Carney.
Por su parte, Lavrov ha respondido que Rusia no forma parte del conflicto, sino que se trata de una crisis interna de Ucrania que atañe únicamente a sus ciudadanos. Por ello, para solucionarla, según Moscú, se debe tener en cuenta los intereses de todos los ucranianos y todas las regiones del país, lo que incluye el derecho de Crimera a decidir su futuro.