Unas 25.000 personas han asistido este año al Festival de Cine y Foro Internacional de Derechos Humanos de la ciudad suiza de Ginebra. Pero este festival, asegura su director, Leo Kaneman, no es solo una selección de documentales.
“Existen dos ejes en este festival: un eje artístico, es decir, cuál es la mejor película desde el punto de vista artístico, de los Derechos Humanos, etc… y un segundo eje que es más político, con la organización de varios debates. Pero no podemos debatir si no tenemos una película de calidad y eso es muy importante”, explica Kaneman.
El gran premio del festival recayó sobre el director sirio Talal Derki y su documental “Return to Homs”. Derki también recibió el gran premio del jurado en el último Festival de Cine de Sundance.
Durante tres años, Talal Derki registró el día a día de dos jóvenes cuyas vidas han cambiado radicalmente desde el principio del conflicto.
“Este documental demuestra de manera muy clara que hay mucha gente que está luchando con armas para defender y proteger sus vidas, para proteger a sus familias y a sus hijos. También deja claro lo cansada que está la gente y su deseo de volver a tener una vida normal”, asegura Derki.
El segundo premio del festival fue otorgado al director alemán Marco Wilms por su documental “Art War”, un retrato de varios artistas egipcios en la era post Mubarak.
El documental nos muestra la vida de varios jóvenes artistas entre 2011 y 2013. Wilms describe la explosión de creatividad artística que tuvo lugar tras la caída de Hosni Mubarak y cómo esos artistas utilizaron el arte como arma para luchar en una revolución que consideraban inacabada.
“El trabajo de esos artistas es como un reflejo de ese mundo, como una simple gota de agua en la que se refleja todo el mundo pero en pequeño. Creo que el arte, en esta ocasión, ayudó a toda esta gente a expresar la complejidad de lo que alguien siente en una revolución”, explica Wilms.
“El Festival de cine y Foro Internacional de Derechos Humanos es una plataforma comprometida que nos muestra que cada día, en todo el mundo, los Derechos Humanos son violados de la manera más cruel. Aquí las películas son mucho más que un simple entretenimiento”, explica Wolfgang Spindler, enviado especial de euronews.