Deslumbrantes, ingeniosos, insolentes, los años 20 son un momento mágico de la historia de París. La capital francesa se convirtió, durante esa década, en un torbellino de fiestas, laboratorio de vanguardias artísticas y centro de la revolución social mundial. Las terrazas de Montparnasse, los clubs de jazz, los estudios de los artistas, todos contribuyeron a la creación de esa energía que recorría la ciudad. Son los años de las transgresiones, de la emancipación de la mujer, la liberación sexual y la revolución cultural.