Ya está en la capital griega la canciller alemana. Una visita con una marcada agenda económica que viene precedida de un atentado con coche bomba frente a la sede del Banco de Grecia. No hubo víctimas pero las autoridades han puesto en la calle a más de 6.000 policías para evitar cualquier contratiempo. Las manifestaciones están prohibidas, aunque hay diversas movilizaciones convocadas por los sindicatos y la oposición que consideran a Merkel responsable de las penurias que vive el país.
El Gobierno griego del conservador Andonis Samarás pedirá a Merkel un alivio del peso de la deuda, después de que las cuentas públicas cerraran el año con superávit primario.