“Grecia está mejor de lo que creíamos y tiene por delante más oportunidades que dificultades”.

Angela Merkel ha derrochado optimismo y elogios hacia los planes de austeridad del Gobierno del conservador Antonis Samarás en su visita de cinco horas a Atenas.

“Grecia no es un protectorado alemán” respondían los 1500 manifestantes concentrados en un lugar del centro en el que la policía no había prohibido las marchas. Habían sido convocados por el partido de izquierda Syriza, que aventaja ligeramente a la formación de Samarás en los sondeos.

La canciller alemana no ha querido descartar, sin embargo, la posibilidad de un tercer rescate, que podría estudiarse a final de año. El primer ministro heleno lo ha rechazado de plano, basándose en la exitosa colocación de deuda del jueves.
Los dos planes internacionales de ayuda a Grecia suman en total 240.000 millones de euros, ofrecidos a cambio de medidas económicas y sociales drásticas.

“La canciller alemana vino a Atenas a demostrar su apoyo al primer ministro Antonis Samarás y su partido de centroderecha Nueva Democracia de cara a las elecciones europeas de mayo. Pero también ha venido para recordarle al Gobierno de coalición griego que las reformas deben continuar con paso firme”.