En palabras de intelectuales y gente del pueblo que solicitan ocultar su identidad, Ruanda semeja actualmente a un enorme ghetto donde, tras el genocidio de los años 1994-1995, se hizo del poder una oligarquía depredadora que en tanto amasa fortunas descomunales simula combatir la corrupción. La cobija el Frente Patriótico Ruandés o FPR, que su momento padeció el aniquilamiento masivo de tutsis y hutus cercanos a la organización pero que también asesinó a miles de hutus ruandeses. teleSUR