Los venezolanos de a pie y sus compañeros de partido han bautizado a Nicolás Maduro como el "presidente obrero". A un año de la toma de posesión del "hijo de Hugo Chávez" como jefe del Estado, recuerdan la precoz incursión del actual mandatario en las lides sindicalistas, su generosidad como gobernante y su talante inflexible cuando se trata de defender los recursos naturales con que cuenta su patria, la independencia nacional y las libertades democráticas. Están con él en su esfuerzo denodado por sentar a dialogar a los opositores y persuadirlos de que la política es mejor cuando reina la paz. teleSUR