Prisioneros prorrusos a cambio de los observadores de la OSCE retenidos en el sureste de Ucrania. Los separatistas de Slaviansk no están dispuestos a liberar gratuitamente a los expertos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, capturados el viernes.
Los rebeldes prorrusos los consideran espías de la OTAN, como explica su representante: “No son observadores de la OSCE, son espías. Tenemos informaciones que lo confirman. La prueba de sus actividades de espionaje está en sus documentos”.
Una misión de la OSCE ha viajado a Slaviansk para tratar de conseguir la liberación de los observadores, exigida por la comunidad internacional.
Desde el Vaticano, donde se ha reunido con el Papa Francisco, el primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk ha acusado a Rusia de violar su espacio aéreo; algo que Moscú niega.
En Roma, Yatseniuk ha rendido tributo a los caídos en Ucrania durante las revueltas, antes de adelantar su regreso a Kiev debido a la escalada de tensión con Rusia. Moscú considera necesario adoptar medidas urgentes para rebajar la tensión.