En Oklahoma un reo sentenciado a muerte sufrió de convulsiones durante 40 minutos, al recibir la primera inyección letal y su ejecución fue suspendida sin embargo murió a causa de un paro cardiaco. El prisionero de nombre Clayton Lockett, fue condenado por haber asesinado a una joven en 1999. La defensa denunció que no había recibido información de dónde se habían obtenido los fármacos que le fueron sumistrados. En ese contexto, la familia de preso ha solicitado se abra el debate de la pena de muerte en Estados Unidos. teleSUR