Pese a la petición del presidente ruso Vladimir Putin de que aplacen la consulta popular, no reconocida por el gobierno interino ucraniano, las autoproclamadas autoridades de la región han decidido seguir adelante con los preparativos.
Ante dicha persistencia, las diferentes agencias de seguridad ucranianas han anunciado que tomarán las medidas necesarias para impedir su celebración.
“Las autoridades y distintas agencias de las fuerzas del orden harán todo lo posible para detener la financiación de este autodenominado referéndum y lograr que las organizaciones civiles respeten la ley y no participen”, anunciaba desde la capital el máximo responsable del Servicio de Seguridad de Ucrania, Valentyn Nalyvayshenko.
Sin embargo, esta advertencia tampoco ha surtudo efecto y no han detenido los preparativos para la consulta, prevista para el domingo, que pretende reeditar la organizada por los separatistas prorrusos en Crimea.