El portazo portugués a los programas de "ayuda" del Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo no fue producto de una insurrección popular ni de la toma de conciencia -o de sensibilidad- de las autoridades lusitanas, sino de un "dictamen positivo" (visto bueno) otorgado por esa "troika". Pero la gente común, la que carga con el mayor peso de esas "ayudas", no advierte mejoras en sus condiciones de vida. teleSUR