Una operación no exenta de incidentes entre la policía y estas personas que tratan de conservar sólo su dignidad. En esta zona vivían unos 650 inmigrantes hasta que este miércoles, temprano, llegaron los antidisturbios.
Oficialmente, el desalojo está justificado para evitar la propagación de un brote de sarna que afecta a unas 150 personas. Son afganos, sudaneses, sirios, que esperan su oportunidad para cruzar el Canal de la Mancha y llegar al Reino Unido.
“Se trata de personas que van a quedarse vagabundeando por la ciudad, sus condiciones sanitarias van a empeorar, serán más precarias que ahora. En consecuneica denunciamos que esta política de la represión, de deshaucios es inútil, les deja indefensos y pone en riesgo su salud”, según la coordinadora de Médicos del Mundo, Cécile Bossy.
La mayoría han pagado una media de 7.500 dólares, unos 5.500 euros para llegar hasta Calais. Pasar ilegalmente al Reino Unido, en un camión o en una embarcación, cuesta entre 1.000 y 2.000 euros más.
Es su única esperanza.