Las reacciones políticas ante la decisión de Barack Obama de enviar 300 asesores militares a Irak no se han hecho esperar.

Obama ha insistido en que EE.UU. no enviará tropas a Irak.

La oposición republicana ha mostrado su desencanto ante un enfoque en el que no se impone la fuerza. Otros analistas sin embargo están satisfechos ante una actitud prudente.

“Esto demuestra un compromiso, y da a entender que una acción militar es posible, ha asegurado Zalmay Khalilzad, exembajador estadounidense en Irak. Eso nos da credibilidad ante quienes están pendientes de lo que hace EE.UU. En particular, si se emplea la fuerza, tendremos mayor influencia en el terreno político, lo que en mi opinión, es necesario. “

“Era importante demostrar que estamos preparados para ofrecer apoyo moral y material adicional al gobierno de Irak, considera John Negroponte, ex subsecretario de Estado de EE.UU. Creo que lo más urgente es detener la ofensiva yihadista y tratar de recuperar algunos territorios perdidos. “

“La opinión pública en EE.UU. está totalmente en contra de cualquier nueva implicación estadounidense en Irak. Opinión que trajo al poder al presidente Barack Obama, y esto queda reflejado en sus decisiones respecto a la crisis iraquí. Sin embargo, haga lo que haga, los problemas en Irak probablemente no van a desaparecer, sino que incluso podrían empeorar.”