Ante los escándalos de corrupción que salpicaban a la Corona y la dramática caída de su popularidad, la Casa Real decidió en 2011 hacer públicas sus cuentas. Desde entonces, la prensa afecta a la institución ha repetido incansablemente que la monarquía española es la más barata de Europa.

Los partidarios de la institución defienden que los 7,8 millones de euros asignados en los Presupuestos Generales del Estado a la Casa Real suponen un gasto muy inferior a los 43 millones de euros de la Corona británica, o los 40 de la holandesa. Asimismo, los monárquicos también aluden al elevado coste de algunas presidencias de república, como la italiana o la francesa.

No obstante, los 7,8 millones de euros de coste oficial no reflejan fielmente el precio real de la monarquía española. Este montante no incluye muchas partidas que se pagan igualmente, pero repartiéndolas entre Ministerios y otros organismos oficiales.