Cada mes son asesinados en Honduras 80 menores de edad y por esta razón huyen los que pueden hacerlo. El obispo auxiliar de San Pedro Sula, Rómulo Emiliani, denuncia que la situación ha llegado a tal extremo que es insostenible mantener el profundo abismo entre ricos y pobres. Pide al gobierno medidas de justicia social inaplazables porque las bandas de "maras" y otros delincuentes hacen presa de los hijos de los sectores sociales más frágiles.