La educación positiva se podría definir como la educación para las habilidades tradicionales y para la felicidad. Es una rama de la psicología positiva aplicada a la educación basada en el estudio de las emociones positivas y las fortalezas del carácter que nos enseña cómo inculcar en los niños el optimismo, una saludable actitud que se relaciona con la felicidad y que consigue que realmente las cosas nos vayan mejor en la vida. El objetivo de la educación positiva es crear en las aulas un ambiente caracterizado por una mayor atención y un pensamiento más positivo y holístico frente a la atención reducida y el pensamiento crítico y analítico del carácter negativo. Para ello es imprescindible que los niños y jóvenes crezcan sintiéndose queridos, estimulando en ellos sentimientos de auto-eficacia y expectativas de éxito.