Miles de adolescentes y niños de Centroamérica (CA) que no han sido detectados por la policía huyen de la cotidianidad violenta que distingue a innumerables poblaciones de la Unión Americana. Otros pasan muchos años internos en centros de reclusión estadounidenses de los que las autoridades migratorias no les permiten salir para visitar o convivir con sus familiares residentes en ese mismo país. teleSUR