El presidente sirio ha abierto las puertas de su tercer mandato en un país devastado por la guerra. Bachar al Asad ha jurado su cargo en Damasco ante los miembros del Parlamento, en una ceremonia televisada.
El mandatario ha prometido salvaguardar la soberanía de la patria, velar por los intereses y la libertad del pueblo y defender su integridad territorial.
“Pronto, veremos a países árabes, regionales y occidentales que respaldan el terrorismo pagar un precio caro”, ha advertido el vencedor de los comicios del mes pasado, calificados de “parodia de la democracia” por sus detractores.
En el poder desde 2000, Al Asad presidirá el país 7 años más. Los últimos 3 años han estado marcados por un coflicto que ha matado a más de 170.000 personas.