La segunda caja negra del avión malasio derribado en el este de Ucrania ha sido recuperada por los equipos de rescate. La otra caja negra fue encontrada el jueves por separatistas prorrusos. Urge ahora establecer un perímetro de seguridad y que las fuerzas prorrusas garanticen, como se han comprometido, un libre acceso a la zona al equipo de investigación de la OSCE que se dirige al lugar.
En el Boeing 777 de Malaysia Airlines iban 298 personas, entre pasajeros y tripulantes. Para la inteligencia estadounidense no hay duda: fue alcanzado por un misil tierra-aire en la región ucraniana de Donetsk, bajo control separatista. La única cuestión es saber quién disparó ese misil. El gobierno ucraniano y los rebeldes prorrusos se culpan mutuamente.
En el aparato, que volaba entre Amsterdam y Kuala Lumpur, iban más de 150 holandeses, más de 40 malasios, australianos, indonesios, británicos, alemanes, belgas y posiblemente franceses y de otras nacionalidades. Según la prensa australiana, un centenar eran investigadores y activistas que se dirigían a Melbourne para asistir a una conferencia internacional sobre el sida.