Un hombre con doble nacionalidad, sueca y libanesa, ha muerto en Trípoli, al norte del Líbano, al estallarle una granada en las manos. La policía había cercado la casa de este hombre, Munzer al Hasan, acusado de haber entregado el mes pasado explosivos a dos suicidas saudíes. La granada explotó en sus manos cuando presuntamente se disponía a lanzársela a los agentes.