Prosigue la ofensiva del Ejército israelí contra Hamás en la franja de Gaza, una operación a sangre y fuego que ha dejado ya más de 500 muertos, la abrumadora mayoría palestinos, y numerosos heridos. Esta mañana al menos 9 miembros de una misma familia palestina han fallecido en un bombardeo en Rafah, en la frontera con Egipto. Siete de las víctimas eran niños.

También ha habido una decena de muertos, en este caso milicianos palestinos, en un enfrentamiento con las fuerzas israelíes en un kibutz del sur de Israel cercano a la franja. Según parece, los milicianos fueron detectados tras cruzar la frontera a través de un túnel desde Gaza.

Con miles de soldados desplegados en la zona, el Ejército israelí machaca túneles y posiciones ligadas a Hamás o a las milicias palestinas, que no han dejado por su parte de lanzar cohetes contra Israel y que aseguran que han capturado a un soldado israelí.

Mientras tanto, el mundo sigue con horror las consecuencias de la ofensiva israelí: el bombardo del barrio de Shujaiya, en el este de Gaza, dejó ayer decenas de muertos, la mayoría civiles y provocó la huida masiva de miles de palestions, elevando más de 60.000 el número de desplazados en los centros de la UNRWA.