Christine Paris ha decidido mudarse a Portugal seducida por la nueva exención fiscal que el Estado ofrece a los pensionistas extranjeros. Esta jubilada francesa está buscando una casa en el Algarve. Euronews ha estado con ella mientras visitaba una en los alrededores de Boliqueime. Christine cumple las condiciones: no ha vivido en Portugal en los últimos cinco años, con lo que no tendrá que pagar impuestos sobre su pensión durante los próximos diez.
Aunque este régimen para ‘residentes no habituales’, así se llama, fue creado en 2009, vive ahora un nuevo auge
Christine dice que pensó que era muy interesante “y que en un país en el que hace sol y tiene una calidad de vida agradable, era una ventaja con respecto a las condiciones difíciles de otros países”. “En Francia, por ejemplo”, asegura, “los impuestos han aumentado mucho en los dos últimos años”. No se ha mudado, pero ya tiene planes para el dinero que va a ahorar sin pagar impuestos sobre sus ingresos: “Voy a comprar un coche”, nos cuenta. “Voy a descubrir Portugal, ya que no lo conozco. Si encuentro una casa incluso me podría mudar, ir a Lisboa y después descubrir el país: vivir, en una palabra. Siempre es mejor gastarlo que dárselo al Estado”.
La inmobiliarias tienen cada vez más clientes, como Christine, que encuentran los precios muy asequibles. En la agencia de Pascal Gonçalves el número de jubilados que buscaban casa en 2013 creció un 40% con respecto al año anterior y cada vez acuden a él más franceses aunque “también hay muchos suecos que sienten la necesidad de pasar su retiro en un lugar más soleado”, añade. “Hemos tenido también un aumento de demanda del Reino Unido y pensamos que los alemanes van a acercarse a nuestro mercado pronto”, concluye.
Börje Forsberg, sueco, se mudó a Portugal en 2011, dos años antes de la llegada masiva de jubilados para acogerse a la exención. Vive en Lagos, en el Algarve, donde compró un apartamento. Dice que los impuestos no son la única razón para elegir Portugal, pero que influyó.
“Estuvimos buscando en España, Francia, Portugal y Malta. Malta era la segunda mejor desde el punto de vista de impuestos. Portugal era la mejor sin duda”, explica. Björje dice que sería rico si tuviera que pagar impuestos, pero que mudarse Portugal le ahorró una gran cantidad de dinero: “En Suecia pagaba un 57% entre pensión y otros ingresos, pero aquí no pago nada, cero”, termina.
Ferragudo, también en el Algarve, es el nuevo hogar de Hervé Bernard. Se mudó desde Francia a Portugal en noviembre. Una de las razones por las que este exabogado escogió esta aldea de pescadores es porque puede navegar, una de sus pasiones.
“Por el momento solamente Portugal en la Unión Europea, es sorprendente, prevé este tipo de exoneración”, dice Hervé. “Una exoneración en los impuestos sobre la renta durante diez años significa un ahorro que para mi paga el barco”.
Mientras que los extranjeros ahorran sin pagar impuestos, los pensionistas portugueses ven como sus ingresos disminuyen con los recortes y el aumento de los cargas. El Gobierno reconoce que esto es díficil de explicar, pero subraya que el país ingresa más con estos extranjeros de lo que pierde en impuestos. Aunque no da cifras.
“La gente puede confiar en que sus pensiones volverán a ser como antes progresivamente. Al mismo tiempo deben entender que los beneficios de esta medida sobre los pensionistas extranjeros nos repercute a todos como economía, como sociedad ganamos, y que esos beneficios nos van a permitir, a medio plazo, volver al nivel de pensiones que existía”, dice convencido Pedro Lomba, secretario de Estado de Desarrollo Regional.
Según el Gobierno portugués, 949 personas de más de 65 años se mudaron a Portugal en 2012. En 2013 fueron 1189. Pero el régimen fiscal para no residentes habituales no solamente beneficia a jubilados, como explica el abogado y empresario Rogério Fernandes Ferreira: “Es un régimen que trata de atraer talento, actividad e inversión hacia Portugal. Es un régimen que en el fondo intenta que los ingresos provenientes del extranjero no paguen impuestos en territorio portugués. No tiene aplicación solamente en las pensiones. Se aplica a los ingresos por propiedades, plusvalías, rendimientos de capital, dividendos…”.
Portugal también ofrece visados doradas, un tipo de permiso de residencia, para extranjeros que compren propiedades por un valor de al menos 500.000 euros, que inviertan un millón de euros o que creen diez empleos.
Todas estas medidas buscan atraer inversión extranjera e inmigrantes para dar a Portugal una ventaja competitiva con respecto a otros países. Algunos pensionistas, como el propio Börje Forsberg, temen que este paraíso fiscal pueda terminar: “Es una manera de competir, de traer gente a Portugal. Y alguien podría preguntar si hay riesgos, porque, por supuesto, hay otros países dentro de la UE que podrían decir que esto no es justo. Así que podría ser que cambiara el sistema por presión de la Unión Europea.
Estos jubilados