Aunque no se detectó una amenaza directa e inminente a la embajada, los combates entre las milicias habían complicado la llegada de alimentos u otros materiales a la sede diplomática:
Más de 150 personas, incluidos 80 marines encargados de la seguridad de la embajada, fueron trasladadas a Túnez sin que se produjeran contratiempos.
“Hay una gran violencia alrededor de la embajada, no en el edificio en sí, pero si en el entorno, lo que representa un riesgo real para nuestro personal; de ahí que hayamos supendido los servicios diplomáticos pero no se cierra la embajada”, ha explicado John Kerry, secretario de Estado estadounidense.
Esta es la segunda vez que Estados Unidos manda evacuar a su representación diplomática en Libia, después de haber suspendido las actividades en Trípoli durante la revuelta que llevó al derrocamiento de Muamar al Gadafi en 2011.