Bombas, explosiones, fuego y sangre…
Esto es lo que nos viene a la mente cuando pensamos en la Franja de Gaza, en especial desde que Israel decidió arrasar con ese enclave una vez más.
En estos momentos, la Franja solo sabe de muerte y destrucción.
Sin embargo, el volumen de ayuda financiera y médica que recibe de otros países es lamentable.